En el fondo del mar yace otra amenaza. 70 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, los barcos hundidos en el conflicto se oxidan. Estos pecios continúan cargados de millones de litros de fuel. Una amenaza para el medio ambiente con consecuencias fatales. Algunos barcos ya han empezado a verter. Las costas de Estados Unidos, Europa y Japón están sembradas de bombas de relojería.

Se encuentran frente a los puertos, en los escenarios de batallas navales y a lo largo de las rutas comerciales. Hay más de 6.300 pecios de la Segunda Guerra Mundial que continúan cargados con toneladas de litros de fuel. Esos años de guerra provocaron la mayor parte de los naufragios de los últimos cien años. Con los barcos se hundieron toneladas de combustible y crudo. La pregunta es: ¿cuánto tiempo permanecerá el fuel dentro?

Algunos barcos ya han empezado a verter. Las costas de Estados Unidos, Europa y Japón están sembradas de bombas de relojería.

Desastre ecologico del Exxon ValdezUn ejemplo lo tenemos frente a las turísticas playas de la bahía de Danzig, en la costa polaca. Aquí hay algo que pocos conocen, y es muy peligroso para las personas. Se encuentran los restos del buque hospital alemán Stuttgart, hundido en octubre de 1943. Está a sólo veinte metros de profundidad. Al subir una muestra de suelo, densas gotas de fuel caen de la pala. Los investigadores las conocen como lágrimas negras. En la zona han desaparecido por completo todas las formas de vida. Esta zona está contaminada, lo peces comen veneno y nosotros, al comerlos, también.Telenorte País Vasco – 18/10/12Muchos pecios de la Segunda Guerra Mundial se encuentran frente a la costa este de los Estados Unidos. El carguero Coast Trader, lo hundió un submarino japonés en 1942 frente a las costas de Seattle. Los investigadores calculan que sus tanques contienen unas cuatrocientas toneladas de fuel. Son cifras preocupantes porque pueden filtrarse y causar los mismos daños que vemos en los vertidos que se producen en la actualidad. Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, la población estaba habituada al fuel en las playas, así como a otros perjuicios por la guerra, los adultos iban a ver las playas antes de dejar bajar a los niños. La gente tenía latas de keroseno y de aceite corporal para limpiarse los pies cuando volvía de pasear por la playa. Pero en la actualidad, si hay un vertido de fuel, las consecuencias para el medio ambiente pueden ser muy graves y, a largo plazo, más caras.Barco hundidoLos habitantes de Noruega están acostumbrados a ver fuel en la superficie por los naufragios. Son las consecuencias de una de las mayores operaciones de la Segunda Guerra Mundial: la invasión de Noruega por las tropas alemanas en abril de 1940. Durante la Segunda Guerra Mundial se hundieron unos 900 barcos en aguas noruegas. La administración de costas noruega considera a veintinueve de ellos como extremadamente peligrosos debido al combustible que almacenan.Los pecios son bombas de relojería en marcha. Algunos de ellos siguen desprendiendo fuel. Noruega es el único estado del mundo que ya está invirtiendo para mantener a salvo sus costas. Casi todos los demás países, como los Estados Unidos, prefieren esperar en vez de bombear. Y los pecios siguen oxidándose.En función de la sal, la profundidad o la temperatura, las placas de acero pierden entre 0,5 y 2 milímetros por década. Aunque parece poco, se va acumulando con el tiempo. Un grupo de investigadores australianos descubrió en el Pacífico que, cuando las placas de acero han perdido de tres a diez milímetros, se vuelven inestables y pueden romperse incluso con poca presión.
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Estados Unidos. Anoche ardió la comisaría de Minneapolis, la gente se manifiesta por el asesinato de George Floyd por la policía de dicha ciudad.

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